El es mi jefe

No puedo dejar de pensar en la noche de ayer. Mi mente hace que le de vueltas al tema y no pueda concentrarme en el trabajo de hoy. Acaba de llegar mi jefe y yo con la cabeza caliente. Me mira y me pide que pase a su oficina para checar las pendientes de esta semana.

No se si estoy bien presentable, traigo mini falda con medias negra tacones alto y una blusa escontada, no tengo mucho que enseñar pero esta tela se ajusta bien a mis pequeños senos.

Toco la puesta e inmediatamente me pide que me siente, empezó a decirme los pendientes pero poco a poco lo deje de oir. Seguia  pensando en la noche de ayer, como me sentí tan llena de placer tan mojada, que no dejo de sonreír. Un grito de mi jefe me hace salir de este transe, el se empieza a cercar a mi para ver qué es lo que me pasa. Normalmente soy muy dedicada a mi trabajo además de muy consentrada y atenta, esto hace que mi jefe se preocupe.

El se para atrás de mi, toca mi hombro, y me susurra al oído si extraño a mi papi, que si lo de a noche me dejó perdida.
Y la verdad es que si.
Ayer en la noche mi jefe me pidió que me quedara tarde ya que teníamos que entregar un reporte para el día siguiente. Estábamos solos en toda la oficina, yo en mi cubículo y el en su privado. Decidimos tomar un descanso y fuimos a la cocina por algo de tomar.

Mientras platicamos, yo apreciaba más su físico, tenía barba canosa, nada descuidado, cuerpo atlético no estaba gordo, es más alto que yo calculo que mide 1.70 o 1.80 siempre anda muy bien arreglado y lo que me atraía más de él era su seguridad, sus manos me hacían volver loca. Durante la plática él se me acercó más y empezamos a coquetear con las manos, yo no sabía si corresponderle o no ya que me imponía el lado laboral. él era mi jefe y yo sabía que consecuencias podía traer esto, pero también por dentro yo tenía la necesidad de estar con él algo  me atraía a sus brazos, en eso me pidió que mejor fuéramos a su privado.

Nos besamos, algo hizo que me olvidara de lado laboral y me fijara más en él como un hombre. Mientras nos besábamos mi cadera podía sentir una pequeña erección eso hacía que me prendiera más y continuaba besándolo. Me subió su escritorio y seguíamos besándonos apasionadamente.
Poco a poco empezó a desvestir con tanta seguridad como si él supiera que yo me estaba muriendo por él, decidí bajarle el pantalón y meter la mano, lo empecé a masturbar. Parecía que a él le gustaba lo que yo hacía ya que dejé de sentir sus labios . Al tener el miembro más erecto decidí bajar a probar aquello que me estaba volviendo cada vez más loca. 

Sentía como le temblaban las piernas, de la nada me paró y me sentó en su escritorio, me abrió de piernas y ahora él decidió saborear parte de mí. estaba tan mojada que no sabía si era su saliva o esa baba que sale cuando las mujeres estamos tan exitadas. En eso escuché su voz decir: «mamita estás muy mojada», a lo que yo me apené ya que me sentía como una adolescente cuando estaba con un verdadero hombre y le da la bienvenida al mundo de la sexualidad.

En eso de la nada me volteó y me puso en cuatro sobre su escritorio, cerré los ojos y empecé a sentir su miembro erecto entrando por mi vagina. Al inicio me dolió mucho y no es porque no estuviera lo suficientemente lubricada, sino por el tamaño de miembro que se maneja es indescriptible.

él notó que me dolió un poco así que decidió sacarlo y meterlo poco a poco, al parecer eso no fue nada fácil ya que por medio del reflejo de uno de los vidrios alcancé a ver su cara de excitación, él paró a lo que  yo le pregunté si todo estaba bien, él me contestó que sí solo que estaba sintiendo tan rico que ya casi se iba a venir y no quería eso, el quería seguir disfrutando del momento. Decidió probar otra posición a lo que yo quise  tomar el control y lo senté y me subí sobre él y moverme. No puedo describir esa sensación de placer que empezó a sentir mi vagina wow!! nada más de recordarlo me vuelvo a poner toda mojada.

Mi jefe me decía que no parara que siguiera a lo que yo ya estaba a punto de llegar al orgasmo de sacar toda ese squirt que me provocaba. En eso me sigo moviendo y él decide venirse también terminó dentro de mí y fue tan rico tan placentero.  Terminando solo pude ponerme mi blusa y la falda ya que las medias terminarán todas rotas, la camisa de él sin botones y solo se puso su saco encima. Él me dijo que me llevaba a mi casa ya que era muy noche por suerte el reporte ya lo había terminado y me dijo que se lo mandara por correo para que él lo checara en su casa. Ya arriba en el elevador él no me dejaba de besar de recorrer sus manos sobre mis senos así que me volví a mojar más.

Arriba del carro él no dejaba de dedearme a cada rato, me metía el dedo  y al parecer le excitaba mucho sentirme mojadita. Ya llegando a mi casa se comportó como todo un caballero me abrió la puerta y se despidió de mí con un beso como si fuéramos novios me hizo sentir tan protegida.
Es por eso que estar con él me hace debilitarme y perder la cabeza, quererle solo bajarle los pantalones y chupársela.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.