Conocí a Juan durante mis viajes nocturnos en metro rumbo a mi casa . Siempre se subía en la estación centro médico. Cada día que lo veía podía adivinar algo nuevo de el, siempre traía su gafete Godin dónde decía que trabaja en el área de recursos humanos de una transnacional, había nacido el mismo año que salió mi canción favorita Careless Whisper del británico George Michael. No era muy alto pero tampoco era chaparro, moreno y se veía que iba al gym pero no con frecuencia, una tres veces a la semana por mucho. Le gustaban los tatuajes y no era porque lo presumiera con gran orgullo, entre los puños de su camisa se alcanzaba a ver la cola de un dragón el cual me hacía pensar que en el fondo era un hombre libre encerrado en un traje Godin.
De un tiempo para acá empecé a ver algo diferente en él, no era la vestimenta o algún accesorio nuevo. Siempre estaba acompañado de diferentes mujeres, al inicio pensé que eran compañeras de trabajo, salí de la duda viendo que ellas no llevaba el mismo uniforme que el y tampoco llevaba gafete. Mientras avanzaba el metro los coqueteos iban siendo más intensos, empezaban acercando sus cuerpos, después un beso coqueto en sus labios y terminaban con uno apasionado, arrimones de cadera, un show para mayores de edad.
No puedo negar que después de ver esas escenas, empecé a ver a Juan con otros ojos. Una noche soñé con el, que yo podía llegar a ser esa mujer que la acompañaba durante el camino en el metro, la cuál se animaba a besarlo, a acariciarlo y darle besos mientras mi cadera y su pene se acercaban y el metro ayudaba a tener más fricción.
Desde ahí Juan se convirtió en una perversión para mí, cuando el entraba al vagón yo me emocionaba pero trataba de disimularlo. Una noche como de tantas,yo estaba sentada Cerca de la puerta y no había mucha gente, el se sentó junto a mi y dijo:
He notado que me ves mucho
Esas palabras me congelaron, me dió mucha vergüenza saber eso. Yo no dije nada, pero el color de mi cara lo dijo todo
Tranquila, no te voy a reclamar al contrario tu también me llamas la atención
No es que yo me considere fea, al contrario siento que soy una mujer guapa pero no del estilo de Juan. Las mujeres con las que yo lo había visto eran opuestas a mi. Altas, cabellera larga y bien peinadas, entaconadas, labial rojo indeleble, perfumadas, vestidos cortos y ajustados.
Mientras yo: una chica sencilla, algo baja, cabello recogido por un palillo, no uso tanto maquillaje y siempre ando con pantalones y flats.
Juan me empezó a contar de el, de su amor por los carros deportivos, tiene uno pero no lo usa por esta loca ciudad. Trabaja en una transnacional de tecnología y que era soltero.
Soltero? No es que te juzgue pero siempre te veo con alguien diferente y viéndote muy apasionado con ellas.
El se empezó a reír y me dijo que ellas solo son amiguitas, no se porque le pregunté eso pero al saber que solo es algo pasajero me animo mucho.
Mientras avanzaba el metro, nos íbamos conociendo más, me dijo que le gustaba como era físicamente.
No usas mucho maquillaje y eso dice mucho de ti, tampoco perfume. Sabías que el perfume elimina las feromonas naturales?
Me dió pena que me dijera eso. El sabía que me intimida con su sexy voz y parecía que le gustaba. Yo solo lo veía y me agachaba rápido.
Llegamos a indios verdes y me invitó a cenar. Soy tan aburrida que no tenía otros planes y acepte. Tomamos un camión y 10 min después llegamos a una taquería. Yo pedí 5 de lengua, el 3 de birria y 4 de barbacoa. De tomar los dos pedimos una cerveza.
Terminando me pare al baño y sentí como su mirada se posicionada sobre mi culito pequeño. De regreso el hizo comentarios sobre mi trasero que era pequeño pero muy sabroso, yo no supe cómo tomar eso sí como algo o negativo.
Nos fuimos y el quiso acompañarme a mi casa, no era muy lejos. Mientras caminamos el se acercaba a mi de una forma muy inusual, como coqueteando. Hasta que llegó un momento en dónde no pude más, lo recargue junto a una jardinera y le di un beso tan apasionado que empecé a sentir su miembro pararce.
Pero Qué hiciste.
Me dijo sorprendió. Yo me asusté, que tal si el solo quería una amistad o algo diferente y por ese impulso mío se había arruinado todo.
Yo solo quería quitarme está idea loca… Perdón…
El me puso el dedo en la boca y me siguió besando. El me quería decir algo pero yo no lo dejaba.
Me sorprendió que lo hicieras, pero lo que me asustó fue que con un solo beso provocaste una erección en mi. Nadie lo había hecho.
Eso sí me saco de onda, lo había visto con mujeres bellas, pero algo hice para ponerlo asi…
Durante el camino no dejamos de besarnos , llegamos a mi casa y lo metí a mi cuarto. Decidí bajarle el pantalón, y al ver su miembro parado, me inque y decidí poner mis labios sobre su pene. No niego que me espanto ver tremendo paquete, no sabía si me iba a caber o solo llegaría a la mitad. Algo que me gusta es su gran tamaño y que no lo depila..
Poco a poco empecé a chuparselo, sus piernas temblaban, al mismo tiempo el agarro mi cabeza para que siguiera con aquel ritmo que le gustaba, yo seguía tan concentrada que se me olvidó de todo, abrí los ojos y Vi como el lo disfrutaba, se había desconectado de este mundo y estaba llegando a la gloria.
Decidi sentarlo, así incada seguía con aquella mamada. Yo estaba concentrada que no escuché que el pedía que parara, hasta que me dijo que ya no podía más y se vino en mi boca.
Para limpiarme el me beso y me acompaño al baño. Decidí darme un regaderazo, estaba escurriendo de su leche. Abrí la llave caliente, mientras me lavaba los dientes el empezó a quitarse todo, me susurro al oído que me ayudaría a bañarme.
El agua caliente nos caía mientras nosotros nos besábamos. De la nada paro y bruscamente me volteo, me doblo y empezó a meterme si miembro por atrás. El estaba acariciando mi espalda mientras yo sentir los momento más ricos. Su verga entraba y salía de mi con gran velocidad, los dos gemiamos mucho, mientras aumentaba el ritmo el tenía que taparme la boca para que nadie me pudiera oír. No puedo creer que ese hombre me estuviera llevando a la gloria.
Terminó dentro de mi, ya era como la tres de la madrugada, estábamos cansados y decidimos dormir juntos.
Nunca me imaginé que mi perversión estaría en mi cama. Que un sueño húmedo se convirtió en realidad.

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